Todos los años miles de personas en todo el mundo, sobre todo ancianos, son internados o mueren a consecuencia del calor extremo y la deshidratación. De hecho, 7,000 muertes fueron atribuidas al calor en EE.UU. entre 1979 y 1997, según el Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Las personas más vulnerables son los ancianos, niños menores de 6 años, y quienes sufren de diabetes, enfermedades pulmonares (asma, enfisema), y enfermedades cardiovasculares, sobre todo si toman diuréticos, y quienes realizan muchas actividades físicas.
Golpe de calor
El golpe de calor o desmayo por calor se produce por tres
elementos principales: 1) temperaturas altas, 2) exposición prolongada al sol,
y 3) no tomar suficientes líquidos.
La persona pierde líquidos y sales minerales (sodio, cloro, potasio) a través del sudor y el vapor de agua por la respiración, lo que nos puede llevar a la deshidratación. El sentirnos agotados hace que la respiración sea superficial, lo que impide que la sangre se oxigene bien.
La persona pierde líquidos y sales minerales (sodio, cloro, potasio) a través del sudor y el vapor de agua por la respiración, lo que nos puede llevar a la deshidratación. El sentirnos agotados hace que la respiración sea superficial, lo que impide que la sangre se oxigene bien.
La deshidratación impide que la sangre circule bien, y si además no está bien oxigenada, los órganos sufrirán, y uno tiende a perder la concentración y agotarse.
Síntomas
Al principio puede notar dolor de cabeza,
fatiga, aumento de la temperatura corporal,
calambres musculares, náuseas y sudoración copiosa. Con la deshidratación la
piel se torna seca y caliente, lo cual es un signo de alarma. El pulso se
vuelve rápido (taquicardia), la presión arterial puede estar alta o baja, con
pérdida de la concentración, desmayo, convulsiones y hasta muerte, en los casos
más severos.
Lo más importante es la prevención. Esto se
logra evitando las actividades físicas intensas cuando hace mucho calor y no
exponerse durante mucho tiempo a los rayos solares, sobre todo durante los
períodos de máxima intensidad (10 a.m. a
4 p.m.). Si tiene que salir, use una sombrilla o una gorra, y aplíquese
crema protectora del sol. Use ropa fresca de algodón y colores claros.
Tome suficientes líquidos. Si el agua le sabe monótona, tome jugos de frutas. Mantenga limonadas frescas en el refrigerador o haga cubos de hielo de limonada. Consuma abundantes frutas y vegetales, y evite comidas pesadas y muy condimentadas. Tome agua antes, durante y después del ejercicio, y evite bebidas con efecto diurético como la cafeína y el alcohol.
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