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El síndrome de fatiga crónica (SFC) es una enfermedad de origen desconocido, caracterizada por un cansancio extremo y discapacitante, y otros síntomas como dolores musculares y dificultad para dormir. También se conoce con el nombre de encefalomielitis miálgica (EM).
El problema
principal es que es una enfermedad poco conocida, pero relativamente frecuente,
y los pacientes pueden pasar años con ella y no ser diagnosticados,
a pesar de consultar varios médicos.
Síntomas
El
síntoma cardinal es la fatiga, que debe estar presente durante por lo menos 6
meses, y no ser atribuible a otra enfermedad. El agotamiento puede ser persistente o
recurrente, que empeora con la actividad física o mental, y que no se alivia
significativamente con el descanso, lo que resulta en disminución sustancial de
los niveles previos de actividad en el orden ocupacional, educacional, social y
personal.
Otros
síntomas frecuentes son: insomnio, dificultad con la memoria a corto plazo,
problemas con la concentración, dolor de garganta, ganglios aumentados de
tamaño, dolores musculares, dolores de cabeza, sueño no reparador y malestar
post ejercicio que no se alivia con el descanso y dura más de 24 horas.
Algunos pacientes manifiestan debilidad y mareos al estar de pie en el mismo sitio por más de 10-15 minutos. Esto se debe a la disminución de la presión arterial, lo que se denomina hipotensión ortostática o postural. El malestar puede durar varias horas.
También puede haber fotofobia (intolerancia a la luz), lo que hace incómodo salir sin gafas en plena luz solar. Esto explica el agravamiento de los síntomas que experimentan algunos pacientes después de ver TV o trabajar frente al ordenador por más de 20-40 minutos seguidos.
La hiperacusia (intolerancia a los ruidos) es otro molestoso síntoma que afecta a algunas personas con esta enfermedad, y que puede llevar al aislamiento social.
Unos pocos pacientes presentan el síndrome de las piernas inquietas. Lo malo de esta complicación es que interfiere con el sueño, y la falta de sueño empeora todos los demás síntomas.
Algunos pacientes manifiestan debilidad y mareos al estar de pie en el mismo sitio por más de 10-15 minutos. Esto se debe a la disminución de la presión arterial, lo que se denomina hipotensión ortostática o postural. El malestar puede durar varias horas.
También puede haber fotofobia (intolerancia a la luz), lo que hace incómodo salir sin gafas en plena luz solar. Esto explica el agravamiento de los síntomas que experimentan algunos pacientes después de ver TV o trabajar frente al ordenador por más de 20-40 minutos seguidos.
La hiperacusia (intolerancia a los ruidos) es otro molestoso síntoma que afecta a algunas personas con esta enfermedad, y que puede llevar al aislamiento social.
Unos pocos pacientes presentan el síndrome de las piernas inquietas. Lo malo de esta complicación es que interfiere con el sueño, y la falta de sueño empeora todos los demás síntomas.
Diagnóstico
Este se basa en los síntomas, ya que el examen físico y las pruebas de laboratorio generalmente son normales. El diagnóstico es por exclusión, o sea, el médico debe percatarse de que los síntomas no sean producidos por otras enfermedades, como anemia, cáncer, mononucleosis, lupus eritematoso, esclerosis múltiple, enfermedad de Lyme, fibromialgia, vih-sida, hipotiroidismo o depresión. Sin embargo, el SFC puede coexistir con cualquiera de estas enfermedades.
La mayoría de los
casos diagnosticados son mujeres entre las edades de 30 y 50 años, pero el SFC
afecta a hombres, mujeres y niños de todas las edades.
Causa
La causa del SFC es
desconocida, pero sí se sabe que hay una disminución del flujo sanguíneo a los
tejidos del cerebro, lo que podría explicar la mayoría de los síntomas. Las evidencias apuntan a un virus que se aloja en el cerebro como la causa más probable. Otra posibilidad más remota es que se trata de un proceso autoinmune, o sea, que el organismo produce anticuerpos que, por error, reacciona contra nuestros propios tejidos.
Tratamiento
Todavía no existe una cura definitiva. En el tratamiento, lo más importante son los cambios en el estilo de vida: alternar las actividades físicas con el reposo, manejar el estrés, tener una actitud positiva ante la vida; evitar la ingesta de estimulantes como té, café, mate, chocolate y bebidas gaseosas con cafeína. También se recomienda evitar los azúcares. Algunas personas desarrollan intolerancia al alcohol y algunos alimentos, que se deben evitar.
Es sumamente importante aprender a manejar el estrés y evitar las relaciones conflictivas, ya que estas pueden empeorar los síntomas.
Es sumamente importante aprender a manejar el estrés y evitar las relaciones conflictivas, ya que estas pueden empeorar los síntomas.
Medicamentos
Los medicamentos
están indicados para aliviar los síntomas. Los más usados son: 1. Los analgésicos (para aliviar el dolor), y 2. Los hipnóticos (que ayudan a dormir).
1. Analgésicos
Los que he encontrado más útiles son el tramadol y la pregabalina. El tramadol es preferible tomarlo en las mañanas porque tiende a producir insomnio en algunas personas, y la pregabalina en las noches, porque puede causar somnolencia. Recomiendo empezar con dosis bien bajas, ya que las personas con el síndrome de fatiga crónica tienden a ser muy sensibles a estos medicamentos.
Entre los tratamientos físicos, la acupuntura y la terapia física son las mejores opciones para el tratamiento del dolor.
El zolpidem y el clonazepam son muy efectivos. El zolpidem tiene la ventaja de que su efecto empieza y termina rápido, por lo que uno se siente alerta al despertarse. El clonazepam es una benzodiacepina, igual que el diazepam. Es el menos adictivo de esta familia de medicamentos. Es, además, un relajante muscular, por lo que ayuda con el dolor.
Es un antidepresivo sedante. Al ser sedante, produce somnolencia y un efecto teaquilizante, por lo que ayuda a relajar las tensiones. Además, mejora el dolor crónico. Las personas con el SFC son muy sensibles a la amitriptilina, por lo que se deben usar dosis bien bajas, generalmente 6.25 mg, o sea, 1/4 comprimido de 25 mg. Otros efectos secundarios frecuentes son la resequedad bucal y el estreñimiento.
Sospeche del profesional de la salud que le asegure que lo puede curar.
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¿Qué es la fibromialgia?
Síndrome de las piernas inquietas
Cómo evitar las recaídas en el síndrome de fatiga crónica
El autor es médico y paciente con SFC/Fibromialgia
1. Analgésicos
Los que he encontrado más útiles son el tramadol y la pregabalina. El
Entre los tratamientos físicos, la acupuntura y la terapia física son las mejores opciones para el tratamiento del dolor.
2. Hipnóticos
El zolpidem y el clonazepam son muy efectivos. El zolpidem tiene la ventaja de que su efecto empieza y termina rápido, por lo que uno se siente alerta al despertarse. El clonazepam es una benzodiacepina, igual que el diazepam. Es el menos adictivo de esta familia de medicamentos. Es, además, un relajante muscular, por lo que ayuda con el dolor.
El zolpidem es uno de los hipnóticos más útiles |
3. Amitriptilina
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